Tips para ser una mamá 10

Hijas de una gran madre/ Archivo
Hijas de una gran madre/ Archivo
Muchos hablan de la perfección pero no se dan cuenta de que la perfección no es un objetivo a conseguir. Según mi criterio, un símbolo de grandeza es el equilibrio entre lo bueno y lo malo, las ventajas y las desventajas, las caídas y las veces que te levantas. No cometer errores no significa poseer un don innato. Por ello, les dejo unos tips para ser una mamá 10.
Las mamás desconocen a sus hijos cuando nacen, deben conocerlos poco a poco, con el paso del tiempo. De igual manera ocurre con los niños y niñas, no saben quienes son aquellos que les rodean. Por lo tanto, tened paciencia y sed realistas. Si tu hijo es feo, reconócelo. Si tu bebé llora, piensa que ya dormirás. Es cuestión de tiempo.
Los errores de tus hijos no son más que pasos hacia la vida. Si tú hijo/a cae constantemente, recógelo. Explícale que debe mirar al suelo mientras camina y ver los obstáculos desde lejos. Cuando era pequeña, creo que nadie ha caído más que yo. Mi madre reconocía con la boca bien grande que era una patosa, que no daba dos pasos sin haber caído tres veces. Pero siempre estaba ella para levantarme y limpiar cada una de mis heridas. Eso es una buena madre. Aquella que te cura pero seguidamente te da lecciones para que no vuelva a suceder. Creo que si mi madre lo consiguió conmigo, todas las mamás lo pueden lograr con los suyos.
Tener un poco de ingenio. Aunque tus hijos repitan una y mil veces que no les gusta la cebolla. Escóndela, camúflala. Haz hervido, tritúralo y no notarán el sabor de la cebolla. Pequeños trucos que una madre utiliza para educar a sus hijos. Todavía recuerdo un día que mi madre se equivocó y cocinó aritos de cebolla en vez de calamares a la romana. Mi hermana y yo repetíamos constantemente que eso no eran calamares. Nos acabamos la cena y cuando mis padres probaron los “calamares” se dieron cuenta de que aquello no era lo que ellos pensaban, nos habíamos comido aritos de cebolla. Es decir, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. No nos gustaba la cebolla pero ya nos la habíamos comido. Sin duda, grandes momentos.
Una madre te enseñará cuales son los cambios que desarrollará tu cuerpo con el paso de los años. Para las mujeres, qué es la menstruación, qué son esas cosas largas y blancas, llamadas compresas…  Definiciones que solo una buena madre te puede explicar. Todavía recuerdo cuando llegó ese momento en el que una niña se convierte en mujer y mi madre me decía: María cierra las piernas que no es necesario que todos se enteren de que ya eres una mujercita. Grandes consejos que a las hijas nos hacen mejor personas.
Llegó el momento en el que el mal de amores llena la habitación de los adolescentes. Una buena madre sabrá qué ocurre detrás de la puerta de la habitación de su hija/o.  Escuchará a través de las paredes, los llantos y las carcajadas. Y cuando salgas no preguntará, esperará a que le expliques qué te ocurre. Justo en ese instante, te dará los consejos que llevaba horas pensando.
Una madre no adelantará acontecimientos, simplemente buscará el momento idóneo para explicarte qué debes hacer. Para ellas es complicado callar su boquita y dejar que el tiempo transcurra, pero es lo necesario para que los hijos aprendan.
Esta es la definición exacta de aquello que ha hecho mi madre durante mis 24 años de edad. Tal vez no consideran que sea una heroína pero para mí sí que lo es. Ella ha conseguido que los malos momentos se solucionen en la mesa de la cocina, con un café en la mano. Y que al atravesar esa puerta, millones de soluciones estén en mi cabeza. Que la vida por muy triste que parezca siempre tiene algo positivo detrás. Por ello y por mucho más es una madre 10.
No podrá ver que sus hijas sufran pero tampoco que nadie sienta lástima por ellas. Ella ha conseguido que nuestra vida sea de color de rosa pero con un toque de naturalidad.
Gracias a todas las madres que nos han convertido en lo que somos. Nunca tendremos minutos, horas, días ni años para agradecerles lo que hoy somos.
Te quiero mamá.

2 Comments

    1 febrero, 2014 REPLY

    Me ha encantado. En mi caso (yo ya tengo unos cuantos añitos), mi abuela fué la que hizo, o mejor dicho, ayudó a mi madre a criarme, y si que es cierto todo eso que dices, sobre todo me ha gustado eso de que: «No podrá ver que sus hijas sufran pero tampoco que nadie sienta lástima por ellas», porque resume perfectamente en una frase todo lo que hace una madre o un padre por sus hijos.

      3 febrero, 2014 REPLY

      Gracias Rafa. Creo que en este artículo podríamos cambiar el sustantivo mamá por abuela, abuelo, papá… La familia es aquello que nos hace grandes.
      Gracias por comentar y seguir leyendo Todosdecimospatata.
      Un beso.

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