Depende de tantos factores como la economía, la salud, la amistad, el amor, la familia… Pero seguro que con un poco de optimismo todas las situaciones difíciles podrán mejorar, se convertirán en nuevas oportunidades que abrirán las puertas a tiempos mejores.

La esperanza es lo último que se pierde. No cuesta dinero, nadie nos la podrá arrebatar, está libre de impuestos y sin acceso para políticos corruptos.
Que nadie pueda borrar nuestros propósitos para 2013. Seamos realistas cuando alguien lucha al final, más pronto o más tarde, tiene su recompensa. Nosotros la tendremos, no podemos estar amargados durante 3 años para que el futuro no nos depare algo mejor.

Hay temporadas que nuestra vida se limita en buscar la felicidad, sin darnos cuenta que en ese transcurso de tiempo, dejamos millones de cosas y personas que nos podrían endulzar nuestros días. Desperdiciamos tiempo por la búsqueda total de la felicidad. Aprovecha cada momento, cada factor que de todo ello puedes aprender algo.

En cambio otras temporadas de nuestra vida sirven para disfrutar de esa felicidad, de todos los logros que hemos conseguido. Esta nueva etapa puede comenzar mañana, en la que veremos recompensado todo nuestro esfuerzo. Plantéate 2013 así, como una nueva aventura.

Mis propósitos para 2013 son muy simples: trabajo, salud y amor para mí y para toda mi familia/ amigos. Sé que se cumplirá, ellos lucharán para que los próximos 365 días sean mejores que los de este año y a mí solo me queda un objetivo por cumplir: trabajo, que poco a poco lo conseguiré, pondré todo mi empeño en ello.

No busques objetivos imposibles, que sabes que jamás cumplirás. Pero recuerda, cuando caigas, que volverás a caer en 2013, debes pensar que de todo esto aprendes. No sólo le tenemos que contar a nuestros nietos que vimos a Messi jugar o que fuimos campeones del mundo, también les debemos explicar que vivimos una crisis económica que nos ahogó pero sobrevivimos, fuimos fuertes y le plantamos cara.