En la escuela no solo se aprenden lecciones

Campaña de Nuevas Generaciones de Castellón
Campaña de Nuevas Generaciones de Castellón
Muchos de los españoles creemos que en la escuela solo se educa a los niños. Negativo. La tarea de los profesores es enseñar pero además intentar que sus alumnos sean mejores personas, es decir proporcionarles valores.  Pensamientos y realidades que nos gusten o no, forman parte de esta sociedad. No se llama adoctrinamiento, sino aprendizaje.
Nuevas Generaciones de Castellón ha promovido una nueva campaña en la que los alumnos pueden denunciar, de manera anónima, que un profesor les está “adoctrinando”. 
(Definición de adoctrinar, RAE: 1. tr. Instruir a alguien en el conocimiento o enseñanzas de una doctrina, inculcarle determinadas ideas o creencias.)
En nuestra sociedad hay valores que se deben aprender tanto en la escuela como en el núcleo familiar. Derechos y libertades fundamentales que desde pequeños deben formar parte de nuestra vida cotidiana. Libertad, igualdad, derecho a la vida,  a la integridad… son algunos de los derechos que un niño debe aprender. Y el pilar fundamental de este aprendizaje es el colegio y la familia. Si los profesores no enseñan estos valores, seguro que los más pequeños no les darán importancia que se debe. No se trata de adoctrinar sino de enseñar.
Desde pequeños aprendemos varias opciones de un mismo hecho. A partir de ese momento, nosotros somos los responsables de escoger una idea u otra. En la variedad está la perfección.
Nuestra vida es así, una bomba de ideas, noticias, valores… que diariamente nos explota. Y de cada una de ellas aprendemos. Es fácil y sencillo. Si todos pensáramos lo mismo, seríamos una sociedad de incultos, un rebaño de ovejas cuyo comandante exige y no aporta explicaciones.
Prefiero convivir con personas con diferentes ideas políticas y sociales que vivir en una sociedad autoritaria, donde una sola voz nos imponga qué hacer.
Durante mi proceso educativo he estado en varios centros, cada uno de ellos con sus metodologías. Mi enseñanza comenzó en una guardería pública, continuó en un colegio católico y acabé mi proceso educativo en una universidad pública. En cada uno de ellos he aprendido valores que me han servido para ser la persona que actualmente soy. Doy gracias por la nube de pensamientos tan diferentes que me ha rodeado a lo largo de estos 23 años. Sin ella, hoy no sería lo que soy.
Ahora es pondré varios ejemplos de ello…
Recuerdo perfectamente que cuando tenía 16 años, en el colegio católico al que pertenecí, una monja de Valencia nos impartió una clase sobre sexualidad. Todos pensaréis que raro, pues no. Ella nos habló de los riesgos sexuales (las enfermedades de transmisión sexual), de los embarazos no deseados y demás problemas que una relación íntima nos podía conllevar. Seguidamente nos explicó que el sexo también comportaba tener hijos, un ser al que debías amar sobre todas las cosas. La monja omitió el preservativo, los métodos anticonceptivos más modernos etc… Pero nos dio un punto de vista diferente de las relaciones sexuales. No nos adoctrinó, nos proporcionó conocimientos muy importantes para nuestra vida futura, la responsabilidad de ser padres y madres.
La cosa cambia cuando un profesor da su opinión sobre un tema actual o histórico. Pues no, señores. Si el maestro proporciona los datos suficientes para que los alumnos entiendan y aprendan nuevas vertientes de un mismo tema, no es adoctrinar, se llama enseñar.
Podemos dar gracias que los profesores  poseen el derecho de libertad de cátedra. Que todos ellos tienen un programa que seguir pero son libres de utilizar unos métodos u otros. Además poseen libertad de expresión para transmitir sus pensamientos, siempre argumentados y sin faltar al respeto a nadie.
Pondré otro ejemplo más, en la Universidad MiguelHernández varios profesores comenzaban la clase hablando de la actualidad. Que menos en una clase de Periodismo, ¿no? Los catedráticos lanzaban la bomba y los alumnos teníamos la posibilidad de comentar los hechos. Si alguno de nosotros decía un dato erróneo, el profesor rectificaba. Al final del debate, el maestro hacía un breve resumen de todo lo comentado y en ocasiones incluía datos que podían haberse omitido (o su simple opinión). ¿Eso es adoctrinar? No, es enseñar. Es proporcionar a mentes desconocidas nuevos datos interesantes que pueden servir para su vida diaria.
Las personas valen más por sus múltiples conocimientos, diferentes y amplios que por poseer la verdad absoluta (nadie la tiene). Aprendamos a vivir en una sociedad igualitaria con sus libertades, en la que prevalezcan los derechos y la justicia. Dejemos de cultivar personas incultas que solo miran hacia el frente sin poder desviar su vista. Somos libres de pensar y opinar, que estos derechos no nos los quite nadie. 

leave a comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.