Salió la noticia en los periódicos españoles, “Zapatero quiere que los gays adopten”, yo era pequeña, no entendía que quería decir aquello. Como es lógico, pregunté a mis profesores, ¿quién mejor que ellos podría resolver mis dudas? Kike me respondió: María todo es tan lógico como… ¿Qué prefieres que los niños se mueran de hambre o que tengan dos papás y/o dos mamás?

Mi respuesta fue contundente: Que tengan dos papás y dos mamás. Desde ese mismo momento supe lo importante que es una familia para una persona, da igual su sexo, lo realmente destacado es el sentimiento que les envuelve.

No miraré jamás sus caras ni su sexo, sí que visualizaré el amor que siente uno por otro. Ese sentimiento que consigue que tu corazón lata hasta casi explotar, sin tener en cuenta el sexo de la persona amada. Todos somos libres de buscar, escoger y sobre todo disfrutar de aquello que amamos.

En esta imagen jamás sabrás si son mujeres, hombres o de ambos sexo, sólo visualizarás las manos de dos personas enamoradas.

No juzgues, ponte en su piel, siente aquello que su corazón siente, olvida las tradiciones y vive como ellos lo harían.  Todo será más fácil si todos somos libres de pensar, opinar y actuar.