Jordi Évole destapó la caja de pandora. ¿Cómo se ha solucionado el accidente más grave de Metro de la historia española? Murieron 43 personas y 47 quedaron gravemente heridas, no hubo ni responsabilidades penales ni políticas. El periodista de Salvados entrevistó a varios expertos (un maquinista, Jefe de Seguridad del Metro Valencia, Presidenta de la Asociación de Victimas…). Todos ellos aportaron datos reveladores, que cambiaron la opinión de todos los telespectadores.

Arturo Rocher, Jefe de Seguridad del Metro Valencia, mostró un dossier realizado por la compañía de Comunicación, HM & Sanchis. Estos documentos recogían las numerosas preguntas que podían realizar los mandatarios de la oposición durante su comparecencia y sus correspondientes contestaciones. Es decir, las personas implicadas sabían de antemano que debían decir en cada momento, les aleccionaron. ¿Cómo los responsables de comunicación son capaces de confeccionar estos informes? ¿Obstrucción a la justicia? ¿Mentiras para tapar las espaldas a los políticos? Las personas implicadas han sido utilizadas como marionetas, todos los movimientos y palabras estaban supervisados por expertos. El único objetivo era que la verdad no viera la luz. Humillante.

Fue el turno de la presidenta de la Asociación de Víctimasdel Metro 3 de julio, Beatriz Garrote y Enric Chulio, expresidente. Los pelos de punta.  Ambos contaron que tras el accidente, los políticos cambiaron el nombre de la estación, antes llamada Jesús, después Pintor Sorolla y ahora, tras la lucha de varias asociaciones recibe el nombre de Pintor Sorolla- Jesús. Garrote y Chulio aseguraron que el único objetivo de este cambio era borrar el accidente de las mentes de los valencianos y españoles. La estatua conmemorativa fue uno de los temas que más impotencia me produjo, el recuerdo de unas víctimas se halla en medio de un descampado, sin ningún tipo de árbol que le acompañe ni flores… Las víctimas murieron así, en medio de la nada…  Grandes crueldades.

Pero este olvido colectivo ha pasado a la historia. Las víctimas y familiares gracias al programa Salvados vuelven a tener voz, esa voz que los políticos han intentado callar y que todos nosotros hemos apoyado indirectamente. Nadie se preocupó de las causas, esto me produce rabia pero lo que más me preocupa es que ninguno de nosotros indagó las consecuencias. 43 familias quedaron sin una persona importante en sus vidas. ¿Y la sociedad cómo responde? Continuamos con nuestra vida cotidiana, como si nada hubiera ocurrido. Hemos llegado al punto extremo, nos hemos vuelto egoístas, nuestro entorno es invisible. Aprendamos de los errores, que no sea necesario que Jordi Évole nos abra los ojos cada domingo con sus grandes programas. Que nosotros seamos capaces de reclamar aquello que es necesario para nuestra sociedad, la transparencia. Y que el periodista de Salvados solo nos aporte argumentos para seguir luchando.